12/4/07

Lento pero metódico

El sentimiento nunca es diferente, pero sí muta. Muchas veces ni nos damos cuenta del cambio. Estamos demasiado concentrados.

La confianza inicial se torna en fuerte autoestima. "A mí no me pillas". Esa autoestima, esa seguridad se vuelve más fuerte cuando todo empieza. Se refuerza. Durante el desarrollo, se va manchando de duda. Sobre nosotros mismos, sobre la posibilidad de fallar. La duda motiva un sobreesfuerzo perceptivo, pero no deja de crecer. Y entonces, cuando la cosa está a punto de terminar, aparece el miedo, los nervios, cada vez mayores. Sonrisilla nerviosa. Pero no nos damos cuenta.

No hemos visto nada raro. Todo se ha desarrollado normalmente, pero él está contento. Porque es un artista, y sabe que lo ha conseguido. Sólo le falta revelar el fin, con una de esas frases o gestos que nos llaman tanto la atención, y conseguir la última mutación de lo que sentimos. El miedo, una vez llegado a donde él quiere, torna rapidísimamente en diversión, risa incluso, y de ahí a la admiración. Hacia él y Hacia lo que ha hecho. Hemos estado a su merced, y no nos hemos enterado.

Y solamente es un truco. Y lo sabemos.

Pero nos encanta.














PD: A él y a los que son como él. Gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Señores... no se puede hacer más lento...


Si no sabes a que me refiero... preguntale al Mago por el argentino manco